En una época no muy lejana (no soy tan viejo como para que algunas cosas me parezcan lejanas) la frase “Noches de Bohemia” simbolizaba mi estado con la vida, la manera de afrontarla. La Noche era el refugio, era mi refugio y el de tantos otros que, como yo, la noche, la oscura noche, la solitaria noche, era el mejor reflejo del alma. Fueron, quizás, momentos negros donde no se distinguía bien el sinuoso camino por recorrer; camino aquel que todavía no sé si es el correcto, pero al fin, es un camino.

Bohemia es una palabra que tiene muchísimos significados de los cuales me identifico con poquísimos. Bohemia es más que nada la sustancia; toda noche consiste en algo.

Como un mal hábito, como esos vicios de temprana edad, de esos que son difíciles de deshacerse, vengo arrastrando, en pesada carga, esta frase “Noches de Bohemia” como un distintivo que me pertenece, que me es propio, pero a la vez, remoto, incierto y miserable.

domingo, 28 de junio de 2009


¿Qué és lo que hace fotografiar una flor? ¿Un recuerdo, o simplemente la misma primavera?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la mente funciona con imágenes que capturamos y almacenamos, los "felices" conservan imágenes coloridas, cálidas, y vivas! les permite vivir y ver la "luz" ,donde los otros q conservan imágenes grises y vaciás no la ven!
una imagen de una flor..es maravilloso!!, un regalo divino!!....si es necesario sanar, contemplar el interior humano...una imagen floral seria una excelente elección! ...
lamentablemente en un perfil humano agitado y agobiado por la necesidad materialista y egoístas, es casi imposible notar tal regalo!!
saludos bohemia!
B.H.!

Noches de Bohemia dijo...

Muchas gracias, B.H.!!! Muy hermosas tus palabras, son un conforto para mi alma...

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